Enmascarado en plásticos y superficies antiadherentes
Cuando dispone del producto de enmascarado correcto, trabajar con una superficie complicada puede ser un proceso simple y manejable.
Cuando dispone del producto de enmascarado correcto, trabajar con una superficie complicada puede ser un proceso simple y manejable.
Por lo general hay buenas razones para ello, como cuando se trata de ventanas de PVC. Son más económicas que las de madera y aluminio, su mantenimiento es más sencillo, se pueden reciclar y también duran bastante tiempo. Sin embargo, a la hora de enmascararlas también tiene que tener cuidado.
Ello se debe a que los marcos viejos, sobre todo los orientados hacia el sur que reciben toda la intensidad del sol, pueden envejecer y desarrollar una superficie mate, sucia o blanquecina en la que surjan fácilmente marcas o daños.
Como siempre, si le preocupa hacer marcas o daños a las superficies delicadas de un cliente, asegúrese de que prueba primero la cinta, si es posible en presencia del cliente, y de que este es consciente de su preocupación y de cuáles son los riesgos que existen antes de comenzar. Estos son los tres riesgos más comunes asociados a las ventanas de PVC:
Muchos materiales actuales contienen diversos compuestos antiadherentes, por ejemplo:
Por lo general, estos suelen emplearse para facilitar el trabajo porque repelen la suciedad y son fáciles de limpiar. Sin embargo, a la hora de efectuar un enmascarado también pueden complicar las cosas.
De momento no hemos sido capaces de encontrar para ello una solución de aplicación universal, pero hasta que lo hagamos existen algunos productos de tesa que le pueden ayudar: (Como siempre, en caso de duda lo mejor es probar la cinta antes de empezar el trabajo).
Puede parecerle obvio, pero cada vez que tenga que enfrentarse a una superficie antiadherente (y sobre todo a recubrimientos con efecto texturizado, ya que los adhesivos pueden perjudicarlos especialmente), considere si sería conveniente enmascarar completamente la zona.