Desde la fotosíntesis a la hoja del loto: la naturaleza crea excentricidades extraordinarias que nos dejan impresionados y, a veces, nos dejan literalmente «verdes» de envidia. Los científicos están trabajando en el desarrollo de sustancias y productos que imitan las maravillas de la naturaleza. Y lo están consiguiendo, como demuestra la invención de las superficies autolimpiantes con el conocido «efecto loto». Cuando se trata de «sustancias adhesivas con numerosas propiedades para todo tipo de fines», la naturaleza ofrece un completo fondo para la investigación. Donde haya vida… existirá poder adhesivo.
Por ejemplo, el azúcar: como sustancia química, subgrupo de los carbohidratos, a nivel celular, el azúcar es la reserva energética por excelencia y es vital para la flora y la fauna. Pero eso no es todo: en determinadas condiciones, también puede actuar como un eficiente adhesivo. Cualquier niño que se haya chupado los dedos pegajosos después de comer algodón de azúcar lo sabe. Esto se debe a que, por ejemplo, si por causa de la humedad, se separan el agua y el oxígeno contenidos en los cristales de azúcar, el hidrógeno, que es reactivo, se quiere volver a unir y se adhiere a todo lo que encuentra.