El mercado de impresión flexográfico es más competitivo que nunca. Es por esto que la generación de mejoras en la calidad de impresión para crear un empaque más llamativo para los consumidores se ha convertido en una ventaja competitiva.
Un problema común en el diseño del empaque flexible es la porosidad. Este se describe como una distribución de la tinta incompleta o desigual cuando imprimimos un sólido, esto conlleva a una pérdida de densidad y reduce el contraste de colores. Únicamente un recubrimiento continuo de tinta es capaz de reflejar la luz de manera uniforme y lucir atractivo para consumidores. Las mejoras en la apariencia visual en el empaque hacen una gran diferencia para los impresores y para las marcas, así como puede influir positivamente en la decisión de compra de los consumidores. Las causas de la porosidad pueden ser varias, como por ejemplo: