La próxima gran innovación en el diseño de teléfonos inteligentes está a punto de llegar

Desde el lanzamiento de los teléfonos inteligentes en 2007, su popularidad ha crecido de forma exponencial y se espera que 6.100 millones de personas dispongan de uno de estos indispensables dispositivos en 2020. Además de aumentar los índices de adopción, los propios dispositivos también han seguido creciendo en lo que a capacidad de procesamiento y funcionalidad se refiere, pero sobre todo en las dimensiones de la pantalla. Los primeros teléfonos inteligentes tenían unas pantallas de baja resolución que medían entre 3 y 4 pulgadas. En la actualidad, la pantalla de un teléfono inteligente tiene, de media, unas dimensiones de 5,5 pulgadas, pero gracias a los recientes avances en tecnología flexible OLED (diodo emisor de luz orgánica), los teléfonos inteligentes que salgan al mercado el año que viene tendrán unas pantallas mucho mayores y, a la vez, ocuparán menos espacio en el bolsillo.

Los principales fabricantes de teléfonos inteligentes del mundo se han ocupado estos últimos años de desarrollar teléfonos plegables y, según los informes de la industria, ya están listos para lanzar al mercado teléfonos inteligentes con tecnología de pantalla flexible. El atractivo que tienen para el consumidor los dispositivos plegables es obvio: un dispositivo compacto que puede funcionar como teléfono inteligente y tableta al mismo tiempo. Las pantallas enrollables, otra aplicación vinculada a la anterior, se presentaron recientemente en la Feria Internacional de Electrónica de Consumo 2018. Los televisores OLED, flexibles y funcionales, permitirán enrollarlos, meterlos en una mochila y llevárselos a casa de sus amigos. 

El potencial de las pantallas OLED flexibles es enorme, ya que se pueden doblar, plegar o enrollar. Las capas plásticas y orgánicas de las pantallas OLED son más finas, ligeras y flexibles que las LCD y, a diferencia de las pantallas LCD, no necesitan retroiluminación y además son más brillantes. Sin embargo, teniendo en cuenta el pequeño radio de flexión que permiten los teléfonos inteligentes, los módulos para pantallas plegables presentan algunas dificultades en lo que a materiales y tecnologías de proceso se refiere.

Todas las capas de una pantalla plegable (incluidos el panel, los sensores táctiles, el polarizador y la placa de protección) tienen que ser flexibles y transparentes. Además, todas las capas tienen que ser extremadamente duraderas y resistentes para poder soportar las 100.000 veces de media que se pliega un teléfono inteligente a lo largo de toda su vida útil. 

En tesa, nuestras cintas de espuma acrílica y PE para montar pantallas se someten a rigurosas pruebas para cumplir las exigencias que impone la tecnología de pantallas flexibles de próxima generación. Estas incluyen la tensión estática sobre los materiales de los distintos componentes cuando se pliegan y la tensión dinámica de los materiales cuando se despliegan.

Aunque el futuro potencial de las pantallas plegables sea muy prometedor, los fabricantes de teléfonos inteligentes tienen que determinar de antemano un gran número de procesos, materiales y problemas de fabricación. Como proveedor líder de los fabricantes de equipos originales de electrónica de consumo de todo el mundo, tesa está trabajando en estrecha colaboración con diseñadores e ingenieros para dar respuesta a muchos de los retos que plantean las pantallas flexibles. En tesa ofrecemos un nivel de experiencia demostrado para el desarrollo de teléfonos inteligentes de próxima generación con unas soluciones que van desde el encapsulado lateral OLED hasta nuestra laminación ópticamente transparente de películas flexibles sobre sustratos flexibles. Para más información acerca de cómo tesa contribuye a que las pantallas OLED flexibles estén disponibles en el mercado, consulte nuestras soluciones de cintas para pantallas.