Hoy en día no hay muchos artículos que sigan funcionando después de cinco décadas. ¿Un televisor o una cafetera? Haría mucho tiempo que se habrían enviado al desguace. ¿Una blusa o un pantalón? Estarían completamente pasados de moda o ya se habrían cortado para usarlos como trapos. ¿Un ordenador? Ni siquiera se había inventado hace tanto tiempo. En general, el vino tinto es lo único a lo que se puede aplicar que mejora con el tiempo. Pero ¿qué ocurre con las cintas adhesivas? Recientemente, el Centro de Investigación de tesa en Norderstedt analizó un producto que tiene unos 50 años y los resultados fueron admirables.
Una fuerte fijación durante 50 años
History
Recientemente, el Centro de Investigación de tesa en Norderstedt analizó un producto que tiene unos 50 años y los resultados fueron admirables.
La historia comienza en 2004
Petra Lohmann, que por aquel entonces trabajaba como desarrolladora de productos en la unidad de Sistemas de sujeción, recibió un regalo inusual: un rollo de cinta tesafix® 960 que medía 31 cm de ancho y 100 m de largo y seguía en su caja original. El remitente era el Dr. Manfred Engshuber, quien hasta 1993 había sido profesor en la Universidad Técnica de Freiberg, en la región alemana de Sajonia. El Dr. Engshuber, que ahora tiene 88 años, había encontrado la cinta haciendo limpieza. «Los productos adhesivos de doble cara se lanzaron al mercado con el nombre de tesafix® en 1956», explica Daniel Wallburg, gestor de historia corporativa y de la marca en los archivos de Beiersdorf. «Por el logotipo de tesa y las letras usadas, este rollo debió de haberse vendido entre 1968 y 1976».
«Incluso después de casi medio siglo, el grosor y la masa coinciden con las cifras de aquellos tiempos».
Gestora de servicios y procesos de I+D
¡Cumple lo que anuncia!
En 2004, Petra realizó varias pruebas para comprobar si los parámetros seguían cumpliendo las especificaciones originales. «El poder adhesivo seguía siendo bastante bueno, incluso después de tanto tiempo. Disminuía un poco en las láminas de acero, pero era aceptable en diversos plásticos», recuerda. Hace poco, otros 15 años más tarde, se realizó de nuevo un análisis completo.
En el proceso, el equipo analizó el poder adhesivo y la resistencia máxima a la tracción de la cinta, y se efectuaron pruebas de resistencia a la cizalladura estáticas y dinámicas. La Dra. Steffi Naasz, gestora de servicios y procesos de I+D, está fascinada con los resultados: «Incluso después de casi medio siglo, el grosor y la masa coinciden con las cifras de aquellos tiempos, y la fuerza máxima a la tracción sigue siendo la misma. El poder adhesivo también se encuentra dentro de los rangos de tolerancia. En su estado actual, la cinta podría venderse incluso hoy en día. ¡tesafix® cumple lo que anuncia!»
tesafix®
La categoría tesafix® es conocida por su velocidad y facilidad de uso. «tesafix® es sinónimo de un uso rápido. Permite ahorrar tiempo a los montadores e instaladores y dinero a los clientes», como se decía en un folleto. tesafix® 960, compuesta por una estructura de fibra ultrafina no tejida y un adhesivo acrílico resistente a la luz y al paso del tiempo, se comercializaba principalmente para unir plantillas de perforaciones y construir stands de ferias comerciales. «El pegamento es relativamente blando, con buena adherencia, lo que hace que esta cinta sea especialmente idónea para unir superficies porosas ligeramente rugosas. En general, tesafix® demuestra su eficacia para el montaje, la sujeción, la unión y la fijación». Esta fue la descripción del producto que se usó para el «pegamento que puede cortarse incluso con tijeras». En la gama de productos actual aún se incluyen los productos tesafix®, y entre sus usos se encuentra la colocación de moquetas.