Los tornillos no constituyen una solución satisfactoria cuando se trata de fijar construcciones de metal. Las cintas de doble cara tienen más ventajas que los tornillos. Su uso garantiza un proceso de producción rápido, limpio y más flexible. Además, de esta forma ya no son necesarios ni los tornillos adicionales ni el tiempo de curado inherente al uso de adhesivo líquido durante la construcción.
La cinta que se utilice debería ser de color negro oscuro para obtener los mejores resultados de diseño y tener un núcleo acrílico viscoelástico. También debería tener una elevada adhesión al cristal y al aluminio y presentar buenas propiedades de amortiguación.